Lecciones del UGC: lo que hemos aprendido colaborando con más de 100 marcas
- Alessandra Paun
- 5 may
- 3 Min. de lectura
Cuando empezamos a trabajar en el mundo del UGC, Oppla era una pequeña realidad con grandes ambiciones. Hoy, después de haber colaborado con más de 100 marcas de distintos sectores —desde el food hasta el tech, pasando por la moda y el beauty—, podemos decir que nuestro crecimiento ha sido rápido, intenso y, sobre todo, lleno de aprendizajes valiosos.
En este artículo queremos compartir algunas de las lecciones más importantes que hemos aprendido en el terreno, muchas veces en contacto directo con las necesidades no expresadas de empresas grandes y pequeñas.

1. Un flujo de trabajo sencillo vale más que mil palabras
La primera lección fue clara desde el principio: el flujo de trabajo debe ser simple, directo y sin fricciones. Las marcas con las que trabajamos nos piden siempre lo mismo: "No queremos complicaciones." Para ellas, el UGC debe ser un recurso, no una carga.
Por eso, hemos diseñado un sistema de trabajo ágil, transparente y confiable, que garantiza:
entregas rápidas,
contenido de calidad,
y, lo más importante, cero estrés para el cliente.
Cada minuto invertido en simplificar procesos es una inversión en confianza. Y eso, a largo plazo, marca la diferencia.
2. Las guías de estilo no son opcionales
Cada marca tiene una voz propia, un tono único y valores muy definidos. Nuestro trabajo no consiste solo en entender un brief: tenemos que interiorizarlo, hacerlo nuestro, y transformarlo en contenido que parezca salido directamente del corazón de la marca.
Las guías de estilo no son una simple checklist. Son la gramática invisible que usamos para construir piezas que realmente representen a cada cliente. Y cuando se aplican bien, el contenido no solo comunica: conecta.

3. Flexibilidad: nuestro verdadero superpoder
Una de las mayores lecciones de trabajar con más de 100 marcas es que no existe una única fórmula mágica. Cada cliente tiene su público, su estilo, sus objetivos.
Un día creamos contenido para una startup tecnológica enfocada en la Gen Z, y al siguiente para una marca de lujo con una comunicación refinada y minimalista. Esta diversidad nos ha vuelto camaleónicos, capaces de adaptarnos a cualquier reto, sin sacrificar calidad.
La flexibilidad no es solo una habilidad: es nuestra ventaja competitiva.
4. Crecer con las marcas, no solo para ellas
Desde el primer día, hemos visto nuestro crecimiento como un camino compartido con nuestros clientes. Trabajar con más de 100 marcas nos ha dado no solo una visión panorámica del mercado, sino también una sensibilidad única para las particularidades de cada caso.
El valor real se construye con el tiempo, ofreciendo un servicio:
cada vez más personalizado,
verdaderamente atento,
y siempre proactivo.
Nuestro objetivo no es ser un simple proveedor, sino un socio estratégico.

5. El UGC es mucho más que una moda pasajera
Para algunos, el UGC puede parecer una tendencia más. Pero nuestra experiencia nos demuestra lo contrario. Cada proyecto es una oportunidad para aprender, mejorar procesos y crear contenido que realmente hable con la audiencia.
El verdadero valor del UGC no está solo en su espontaneidad, sino en su capacidad de conexión auténtica, siempre que esté construido con:
cuidado,
respeto,
y una estrategia clara.
En resumen: somos más que una agencia de contenido
Hoy más que nunca, creemos que nuestro rol va más allá de entregar contenido. Queremos ser socios creativos y estratégicos, capaces de interpretar las necesidades reales de cada marca y transformarlas en resultados tangibles.
Una cosa es segura: seguiremos creciendo guiados por la pasión por lo que hacemos y por la confianza que nuestros clientes nos dan cada día.
¿Y si la próxima marca con la que construyamos algo único fuera la tuya? Estamos listos para hablarlo.
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